La novela moderna : estudio filosófico
16 - titución en Naná, la borrachera en Gervásia, el mis– ticismo en Sergio, la perversión en Esteban y en Lau– rent el asesinato y la obsesión, resultándole todos ha.jo las impulsiones mórbidas, que la ciencia ha clasifica– do, entre los degenerados he,·editar-ios, vícti1nas de per– turbaciones intelectuales y psicopáticas. Y para den1ostrarnos que la naturaleza es varia, y que no es la virtud, el tipo único del artista, Balzac, nos presenta al Conde J.lforsai¿f, aquel noble envidio– so, ruin aquejado de hipocondría moral, tipo del neu– rópata egoísta. con accesos de excitación maniaca; y en otro lugar Hulot, lanzado en la pendiente del mal, por su temperamento lujurioso y sexual y á quien no le detiene ni la ruina, ni la muerte. ni aun la deshon– ra que se cierne sobre su familia; y Clais y Graudet, este avaro llevado hasta la locura, y tantos tipos más, con los que se propuso 1nanifestar su teoría de la mul– tiplicidad de las especies sociales (según su_ propia expresión) y por consecuencia, la vastedad de los do– minios del arte, llevado al terreno de la psicología y la fisiología de las pasiones. "Hay tantos hombres diferentes como variedades hay en la. zoología", dijo él, y tomó este principio co– mo norma de sus investigaciones filosóficas, bien· di– versas á las de Zola. Balzac estudia el movimiento pasional humano. Zo– la la fuerza instintiva de la animalidad del ho1n– bre; el uno .tuvo por objetivo el sentimiento, el otro el instinto; el primero mira al hombre sin rebajarlo de su alto nivel humano, ni desposeerlo de ~u~ cu~li– dades morales, el otro suprime el alma-esta bien s1 es que pertenece á la escuela positiva de Claudio Bernard, ó á la filosofía negativista deHeber Spencer-pero ¿por– qué en odio á todo lo que es espiritual, suprime el corazón, es decir, el sentimiento?........... . Los que miramos al hombre, desligándonos de toda filiación de escuela, creemos que no hay antagonismo, entre el ateísmo de Buchner, ni el positivismo de Mr. Litrée y la novela filosófica de Balzac. No importa que el determinis1no experimental, par– tiendo de los cuerpos inorgánicos para llegar al de los seres vivos, defina todas las impresiones, por la pa– labra sensaciones.; esto me ha parecido siempre, cues– tión de f orn1a más que de fondo, ó lo que es lo mismo, de nombres más que de efectos.
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