La novela moderna : estudio filosófico

-14- No, no es cierto que el arte sea sólo un medio recrea– tivo, porque el placer no es un fin; y dado que lo fue– se, de allí nacerá una acción benéfica ó maléfica, pa– ra nuestro espíritu, si e~e estado llega á ser la atmós– fera moral en que debemos existir. En la naturaleza y •en la humanidad todo se encadena y engrana; todo es :solidario y propende al fin hacia donde las fuerzas impulsivas de las sociedades, se dirigen. No por esto queremos que el arte á fuer de divinidad airada, propenda á representar las cosas según la ex– presión de Rafael ó de Alfredo de Vigny, no como las veían, sino con10 hubieran querido que fueran. VI Entre las apretadas y brillantes constelaciones de escritores y novelistas que desde 1820 hasta 1890, han aparecido en la escena del mundo, precipitándose unos tras otros, empujados por la fuerza de las ideas nue– vas, ¿ cuál puede conciliarnos con las dos éscuelas que, al ocupar los extremos, han dejado vacío el término d . ? me 10 ...... . Los que hemos renegado del romanticismo soñador fantástico y ya deficiente, como también renegamos del naturalismo lujurioso, obseno y repugnante, debe– mos acojernos á la escuela que acerca el arte á la na– turaleza; el arte á la vida. A la cabeza de esta escuela se encuentra Honorato de Balzac. En medio á las ficciones románticas y las creacio– nes fantásticcs de esa escuela, apareció Balzac, y con su mirada de águila, con su espíritu análitico y su ge– nio de filósofo, sondeó los más secretos resortes del corazón. "Contramis obras han protestado los siete pe– cados capitales"--decía él con suma gracia y verdad. Balzac, se nos presenta hoy como el más grande novelista de cuantos han aparecido en la escena de aquella época que, nosotros hijos de esa literatura, debemos estudiaré imitar. Emilio Zola, con más astucia que modestia, y más previsión que ambición, ha colocado á Balzac á la ca– beza de la escuela naturalista, proclamándolo su maes– tro. No, Balzac no es naturalista, dadas las tenden– cias y procedinlientos, tanto en el medio inductivo de