La música de las bibliotecas: política y poética de un espacio público, hoy

89 el relato es el mito, no el aliento que le dio vida. La palabra escrita también puede ser letra muerta, aunque haya costado sudor y sangre: conchas huecas que resguardan el fragor; semillas que se quiebran para retornar al devenir, que siempre es deambular. Curiosa paradoja: hoy los museos tienen poco que ver con ese ambiente vivaz. Y si en la actualidad hay una institución en la que se alternan charlas y experimentos con sesiones de escritura o lectura silenciosa, bajo techo o en descampado, esas son las bibliotecas públicas. En la actualidad los gimnasios difieren de aquellas instituciones en las que se preparaba integralmente a los jóvenes para su participación en la vida de la polis , lugares de ejercicio físico, pero también propios para la reunión, la conversación, la discusión y el diálogo. Qui- zá porque hoy establecemos barreras entre el cuerpo y el espíritu, en los campos del saber y en las formas de producción del conocimiento. Pero algunas bibliotecas públicas al menos ensayan a tender puentes donde otros establecen barreras. Otra genealogía que me causa especial simpatía es la que vincula las bibliotecas públicas a los baños públicos de Roma. Esa genealogía ilumina aspectos valiosos del pasado y también del futuro, los baños públicos: lugares

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx