La música de las bibliotecas: política y poética de un espacio público, hoy

40 ¿Y qué dirán los bibliotecarios? ¿Que la cultura vale, que cumple con una función social y bla, bla, bla? 33. Este libro está escrito con la convicción de que los que deben (re)conocer el valor de las bibliotecas son los usuarios. Y de que todos tenemos el derecho a (re) conocer(nos) y ser (re)conocidos. A los convencidos, y también a los descreídos, les pregunto: además de las bibliotecas públicas, ¿cuántas instituciones pueden propiciar esos derechos universalmente? 34. Cuando lleguen las preguntas, más de uno lamentará no solo no contar con instrumentos para probar sus aseveraciones ni haber escuchado o preguntado, sino ni siquiera haberse interrogado qué eran, fueron, son y pueden ser esos espacios extraños donde laboran y cualquiera puede entrar para hacer cosas opuestas. Este libro está escrito para alimentar el diálogo. Para plantear preguntas. Para estimular la observación y la investigación.

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