La música de las bibliotecas: política y poética de un espacio público, hoy
192 Yo más bien creo que es hora de que los biblioteca- rios comencemos a explorar relaciones de afinidad con el agua y los jardines. Sí, nos toca resguardar y conservar. Libros (o acervos) que son frutos y semillas. Pero también nos incumbe ser el suelo para que estas despierten y prosperen. Nos toca conservar no solo los bienes, sino la apertura a pro- seguir la conversación con todas las conversiones que ello supone. Pero también procurar que llegue el agua, propiciar la actividad más comprometedora de todas: la escucha. ¿Cuántos otros espacios e instituciones pueden conjugar ese verbo de manera más versátil y universal para cualquiera? Da capo Por lo que puede concluirse que el agua va de los ríos al mar y del mar a los ríos. Leonardo da Vinci
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