La música de las bibliotecas: política y poética de un espacio público, hoy

179 Lo más sorprendente de todo, lo más relevante, fue que el regalo para los niños lo agradecieron particular- mente los regaladores. Cientos de personas que solo re- cibieron una botellita de agua y un sándwich. Pero pu- dieron regalar tiempo y atención a niños desconocidos. Todos salieron pensando que la Biblioteca Vasconce- los no estaba muerta. Que era un lugar en el que podían acontecer cosas sorprendentes. Incluso para los propios bibliotecarios, lo que no es poca cosa. ¿Puede lo íntimo ser compartido en el espacio público? No lo sé. Cinco veces lo intentamos y cada vez resultó un nuevo fracaso. En ocasiones llegaron muchas personas, en otras menos. ¿Cuáles son los parámetros de éxito? No lo sé. No creo que haya uno. Todo fracaso, si se analiza, se puede convertir en un logro. Y, sin duda alguna, repetir una fórmula exitosa no asegura que se pueda alcanzar lo logrado. Enuncio al azar de la memoria, más con la intención de invitarte a improvisar que de enlistar logros, pues