La música de las bibliotecas: política y poética de un espacio público, hoy
165 En su dimensión individual, toda la vida individual es una derrota. Pero cada instante vivido es una victoria sobre esa muerte que nos acecha desde que nacemos. En su dimensión individual, leer y escribir es una victoria frente al fúnebre sentimiento de que hemos muerto mientras vivíamos. En su dimensión individual, muere quien no puede responder a lo contingente. Al concluir su Diario de Adán y Eva en el paraíso , Mark Twain descubre que el paraíso no es un espacio del que ha sido expulsado, sino un espacio intersticial. «Donde quiera que ella estaba era el paraíso». El Edén es un rostro que interroga, que disturba, que consuela, que genera conflictos, que obliga al diálogo. Es un momento ambivalente. Un encuentro contingente. En un espacio preciso, en un momento singular, algo virtual se hace realidad. Como tantas cosas que sucedían, sucedieron, suceden y podrán suceder en las bibliotecas públicas. Ahora que están cerradas, puede resultar más claro que abrir una biblioteca es solo disponer de otro lugar y proponer otro tiempo para hacer las cosas solos o en compañía, pero siempre con otros.
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