La música de las bibliotecas: política y poética de un espacio público, hoy

156 Los seres humanos, que escribimos para sobrevivir, y los imperios, que sueñan con sobrevivir por creerse cerca de sus orígenes a través de los libros, y no de las conver- saciones que les dieron origen. Las bibliotecas públicas son, hasta el momento, las mejores instituciones que he- mos inventado para extenderlas y prolongarlas. Porque entra todo y cualquiera puede entrar. Porque conservan, pero posibilitan que se transforme. Porque dan y reco- nocen valor en el doble sentido: de valía y valentía. Las bibliotecas públicas pervivirán mientras sean ca- paces de ofrecer a aquellos que las sostienen respuestas provisorias a sus preguntas, incluso a las no formuladas. Pero, sobre todo, mientras mantengan vivas las pregun- tas y hagan emerger nuevas. Era Cada minuto, si se glosa, es una era. Si se glosa, la versión es origen. Si se glosa,

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