La música de las bibliotecas: política y poética de un espacio público, hoy

155 con una caducidad predeterminada, una caducidad funcional para mantener un ritmo de producción que no forzosamente nos permite descansar y gozar? No queremos morir, pero ¿queremos seguir viviendo así? Las bibliotecas son un pequeño episodio dentro de la historia de la cultura escrita que, a la vez, es un muy pe- queño episodio dentro de la historia de la humanidad. Pero son un factor de intensificación. ¿Podrían ser, además, espacios para hacer valer el séptimo día, el del descanso, el día consagrado a agradecer? La crisis de la COVID-19 no ha concluido, pero ya ha puesto en aprietos a algunos supuestos que dábamos por ciertos, y que les dieron a las bibliotecas un lugar cen- tral y, al mismo tiempo, marginal. Ha evidenciado que todos los seres humanos estamos vinculados y que de seguir pretendiendo estar desvinculados de otros seres vivos no podremos prosperar en nuestro ser. La crisis de la COVID-19 rompió la inercia y nos recordó la precariedad. Nos recordó de una manera más compleja que todos vamos a morir. No solo los indivi- duos. También las especies. Homo sapiens es una de ellas.

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