La música de las bibliotecas: política y poética de un espacio público, hoy

14 1. Empecé a redactar este libro la mañana del 3 de octubre de 2020. Solo unas cuantas horas antes, Donald Trump, que en esos días era considerado el hombre más poderoso del mundo, había ingresado al hospital tras anunciar que había sido infectado por un virus. Pocos meses an- tes, ese señor lo había calificado como una superchería china. Hoy (casi) nadie considera que el virus que causa la COVID-19 sea una patraña. En cambio, no pocos se cuestionan si Donald Trump y su mujer estuvieron verdaderamente infectados o si se trataba de una estra- tagema para ganar las elecciones que perdió, aunque él todavía no lo reconoce. A unos meses de esos días angustiosos, la noticia ha perdido relevancia. En cambio, resulta cada vez más im- portante señalar que a cientos de millones de personas no les preocupa mentir ni si les mienten. Estamos ante una inédita crisis de valor de la verdad que afecta a los valores y creencias depositados en libros, bibliotecas y todo eso que llamamos la «cultura escrita», pero que es más profunda. Algo que, a mi entender, está en la raíz de la escritura: la construcción de un vínculo social fundamentado en el poder de la palabra para pro- piciar diversas prácticas e intercambios, sociales e indi-