La lectura de los afectos: imaginación y  empatía como prácticas de autodescubrimiento en el lector escolar

58 En otras palabras, el poder de «imaginar» el estado in- terno de otras personas, haciendo conjeturas sobre sus emociones o sus pensamientos (Oatley, 2011). Ahora bien, esta capacidad para apreciar lo que sucede en una mente ajena deriva tarde o temprano en un «contagio» emocional: entender que sufres sin sentir en lo personal dicho sufrimiento, es lo que describimos como lectura de la mente, cognición social, inteligencia social, Teoría de la Mente o mentalizing. Y algunas veces es también definido como una forma de empatía (Bloom, 2006, p. 17). Para algunos científicos, en efecto, es en este innatis- mo donde debemos buscar la raíz de la empatía. Y dado que esta última nos permite desarrollar, entre otros sen- timientos, la compasión, hay quien llega a afirmar que es en ella donde radica, en gran parte, el origen de nuestros fundamentos morales (Lodge, 2002) 13 . No es nuestra considerado una variedad de señales sobre su conocimiento y competencia– recién asigna un significado a la palabra dicha». Por ello, la «transmisión cultural exige antes entender las men- tes ajenas» (Dehaene, 2009, p. 316). 13 Este punto es bastante polémico y, por consiguiente, excede lo que nos interesa desarrollar en el presente libro. Por ejemplo, para Bloom debemos diferenciar entre una «empatía cogniti-

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