La lectura de los afectos: imaginación y empatía como prácticas de autodescubrimiento en el lector escolar
41 medida, subordinado al éxito o fracaso que el impacto de esa ficción tendrá sobre nuestros reflejos emociona- les. Voy a desarrollar con más detalle los vínculos entre empatía y literatura en el siguiente capítulo, por lo cual, de momento me detendré en cómo estos hallazgos pue- den ayudarnos a implementar ciertos ejercicios de lecto- escritura para nuestros estudiantes. Este «desfase» entre lo esperable —según un hori- zonte de expectativas determinado— y lo hallado du- rante la lectura, ocurre a diferentes niveles. En operacio- nes de lectura inicial, el contexto en una oración puede verse interrumpido en el orden de su asociación lógica a nivel semántico: por ejemplo, en la frase «comer el edificio» que, evidentemente, no tiene el sentido que sí tendría «comer un pastel» o «construir un edificio» (Jamet, 2017, p. 43). Por su parte, a un nivel de com- prensión textual avanzado, nuestros alumnos con me- nos práctica tropezarán con aquello que los formalistas rusos llamaban «extrañamiento» o «singularización», ya sea como efecto de un juego retórico —v.gr, a través de una figura de dicción como el hipérbaton: «De verdes sauces hay una espesura» (Égloga III, Garcilaso de la Vega)—, ya sea porque el texto queda al margen de las convenciones de un género tradicional; o ya sea, en fin, por la ruptura o la «contracción» de su sentido lógico en
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