La lectura de los afectos: imaginación y  empatía como prácticas de autodescubrimiento en el lector escolar

33 El mapa y el territorio del lector «Todas las palabras requieren una experiencia compartida» Jorge Luis Borges La misma «cesura» observada por Remo Bodei en la aparente uniformidad del relato de nuestra propia vida es también aplicable a la memoria autobiográfica que desarrollamos como lectores (2014). Puede resultar muy útil, por consiguiente, reconstruir el proceso que nos convirtió en lectores en primer lugar, con el fin de comprender aquel otro que, de manera más consciente, intentamos replicar o contagiar en nuestros estudian- tes. Para empezar, convendremos en que el recuerdo de nuestro aprendizaje inicial es, en la lejanía, una expe- riencia un tanto nebulosa y, en gran medida, indeter- minada. Para muchos de los que tuvimos la suerte de ser alfabetizados en la primera infancia, la lectura se nos despliega como una competencia que, aparentemente, siempre estuvo allí, de algún modo perenne e invariable en el tiempo. No obstante, como otras tantas destrezas

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