La lectura de los afectos: imaginación y  empatía como prácticas de autodescubrimiento en el lector escolar

23 La obligatoriedad que se presenta, de este modo, como un obstáculo para el docente-agente «iniciador» —en otras palabras, en tanto modelo de «lector» para el niño o el adolescente— puede superarse entonces a través de la articulación de diferentes espacios alternati- vos que faciliten esta labor de acompañamiento incen- tivando sin resultar invasivos. Igualmente, resulta fun- damental conseguir que la lectura orientada al placer del texto tenga lugar en la escuela (Petit, 2001). En este punto, nos parece necesario referir al educador Paulo Freire cuando sostiene que la lectura de un texto debe ocurrir, simultáneamente, «a una lectura del mundo» por parte del alumnado (2015, p. 93). La aplicación de su lógica generadora pedagógica no solo debe ocurrir, según creemos, al nivel de la alfabetización sino en el de la comprensión más profunda del texto. Para empe- zar, de nada sirve obligar a leer al alumno un libro solo porque así lo dicta el currículo institucional, si este no se encuentra preparado para su contextualización y de- codificación adecuadas. Hay que recordar que la lectura a destiempo de un hermoso y complejo libro muchas veces significa su pérdida definitiva. Que Don Quijote , por ejemplo, haya sido publicado entre 1605 y 1615, pertenezca al Siglo de Oro o revele metafóricamente la tensión entre ideales y materialidad —la oposición ale- górica de Sancho y Don Quijote como modos o tipos

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