La lectura de los afectos: imaginación y  empatía como prácticas de autodescubrimiento en el lector escolar

22 desafío es lograr que la escritura [y la lectura] dejen de ser en la escuela solo un objeto de evaluación para cons- tituirse realmente en un objeto de enseñanza» (2008, p. 41). La corriente constructivista, de hecho, apuesta cada vez más por una «evaluación formativa», centrada en lo que esperamos que sea un criterio de construcción del saber, sin juzgar, a través de calificaciones, la evolución de los estudiantes más allá de lo «correcto» o no, y sí de- terminando, en cambio, si las respuestas dadas pueden llegar a ser un obstáculo o una contribución al desa- rrollo de aprendizajes significativos (Talanquer, 2015). Leer y escribir deben, por consiguiente, superar la tarea de alfabetización propiamente para constituirse, en ade- lante, en herramientas que permitan que los estudiantes se apropien de lo que los libros representan más allá de la escuela: a saber, una herencia cultural, «viva y vital», a la cual tienen derecho (Lerner, 2008). Solo así podre- mos darle la bienvenida a esa comunidad de lectores que custodie su curiosidad y su deseo de conocer, no solo para dotarlos de información que los ayude a compren- der mejor el mundo que habitan —lo cual, a la larga, los auxilia en la esencial organización de conocimiento que adquieren sobre este—, sino, también, para acompañar- los en la construcción de un relato de sí mismos como individuos y como ciudadanos.

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