La lectura de los afectos: imaginación y  empatía como prácticas de autodescubrimiento en el lector escolar

19 La imposibilidad de evaluar la intimidad «Matar la fantasía en la niñez es esclavizar algo que existe» Sobre educación, Bertrand Russell En las conversaciones que con frecuencia hemos man- tenido en talleres o seminarios con docentes y estudian- tes interesados en la aplicación de programas de estí- mulo de lecto-escritura 2 , las preocupaciones que surgen al momento de conciliar el cumplimiento de las mallas curriculares y las tareas de mediación o «iniciación» de lectura acaban revelándose como un primer escollo que necesita ser superado. Esto ocurre, principalmente, 2 Optaremos en adelante por hablar de programas de estímulo y no, como es más común, de «promoción de lectura» aten- diendo las observaciones que realiza a este último término la antropóloga Michèle Petit (2001). Compartimos con ella la precaución en torno a un término, «promoción», asociado por muchos jóvenes en edad escolar con lo obligatorio, lo que a nivel curricular suele relacionarse con la cobertura de una cierta cantidad de textos anuales según el plan lector incorporado por los centros educativos.

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