En esa línea, el autor desarrolla la tesis de que el apoyo peruano a las huestes sanmartinianas se manifestó mucho antes del arribo del propio libertador. En tal sentido, destaca el apoyo que recibió la expedición de Lord Thomas Cochrane a Huara y Huacho en 1919 (Vargas Ugarte, 1966, p. 58), a donde acudió a solicitar provisiones y agua tras el inicio de la Campaña de Cochrane43. Otro punto importante de Vargas para demostrar la contribución de los peruanos en la empresa separatista es el estudio de la campaña del general Juan Antonio Álvarez de Arenales en la sierra central peruana, la que se desarrolló entre el 4 de octubre de 1820 y el 8 de enero de 1821. En el relato de esta expedición, que partió de Pisco y recorrió ciudades como Ica, Huamanga, Tarma, Cerro de Pasco y Huánuco, se resalta la colaboración y el apoyo de la ciudadanía al ejército patriota de Álvarez Arenales: «[…] el 6 de Octubre entraban las tropas libertadoras en aquella ciudad, siendo recibidas en triunfo por el ayuntamiento y el pueblo» (Vargas Ugarte, 1966, p. 93). Lo mismo sucede con el apoyo que obtuvieron el referido general y sus huestes en Tarma. En esta ciudad, el 23 de noviembre de 1820 fueron recibidos por el patriota Federico de Paula Otero, quien les facilitó la obtención de los pertrechos militares abandonados allí por las tropas realistas cuando emprendieron la retirada (Vargas Ugarte, 1966, p. 96). En ambos casos, puede observarse como cómo Vargas Ugarte describe los hechos recreando un ambiente favorable a las fuerzas de Arenales, el que narra resaltando el apoyo que recibieron los patriotas en cada una de las ciudades que visitaron (Vargas Ugarte, 1966, pp. 89-100). Un conjunto de acontecimientos que utiliza Vargas Ugarte para construir la imagen de un Perú volcado a la causa patriota se presenta en su relato de las proclamaciones de independencia que se sucedieron en las principales ciudades del norte del Perú. Por ejemplo, el 29 de diciembre de 1820 se proclamó la independencia de Trujillo, la capital más importante de la región, no como resultado de una batalla o de la presencia de las tropas de Arenales, como sucedió en las ciudades de la sierra central, sino por propia iniciativa de la población: Mucho había influido la proximidad del ejército libertador, pero en el movimiento del Norte del Perú por la independencia, la influencia sanmartiniana solo fue indirecta. Fueron los patriotas de todos estos lugares los que resolvieron poner término a la dominación española, prueba inequívoca del ambiente que ya se 84
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