La frontera disputada

obra de Mariano Felipe Paz Soldán Historia del Perú independiente (1868)40 planteó que los criollos peruanos participaron decididamente del proceso de independencia de su virreinato41. Sin embargo, esta postura fue discutida tempranamente por el historiador argentino Bartolomé Mitre, quien en su obra Historia de San Martín y de la Emancipación Sudamericana (1887-1890) negó la participación de los peruanos en la obtención de su independencia, como se sugiere en el siguiente párrafo: [El Perú] fue al contrario [de otras regiones de Hispanoamérica] el centro de la reacción, y esto bastó para paralizarla desde un principio, contrarrestarla después y prolongar últimamente la lucha [independentista] por quince años, haciendo de su territorio el último baluarte del poder colonial de Sud América (Mitre, 1888, p. 8). A principios del siglo XIX, la visión de Mitre fue refutada por Nemesio Vargas, quien en 1903 publicó La independencia del Perú (1903)42. La obra resultó un importante aliciente para su hijo Rubén, quien mantuvo y reforzó en sus investigaciones la postura patriótica y explícitamente opuesta a la de Mitre que adoptó su padre, como se observa en la siguiente cita: […] no estamos de acuerdo [con Bartolomé Mitre] en lo que añade, a saber que en el Perú los pueblos no poseían esa decisión por la independencia, que es la clave del triunfo y carecían de ese sentimiento pleno de la nacionalidad que no se arredra ante los obstáculos (Vargas Ugarte, 1966, p. 180). Una preocupación fundamental en la obra del padre Vargas fue demostrar que los peruanos participaron activamente en la gesta de su independencia. Con la finalidad de demostrar dicha participación, el autor desarrolla tres argumentos centrales. En primer lugar, resalta la actuación de los peruanos de a pie para expulsar al gobierno español. En segundo lugar, reivindica de manera específica la participación de los limeños en el proceso de la emancipación peruana. Por último, subraya el éxito de la estrategia mediática aplicada por San Martín desde su desembarco en territorio peruano, con la finalidad de ganar adeptos a la causa separatista. El primer punto es de vital importancia en la argumentación de Vargas Ugarte pues persigue la meta de reivindicar la participación de los peruanos en la obtención de su independencia. Para lograrlo, el sacerdote jesuita, lejos de minimizar el aporte del general argentino José de San Martín, lo complementa poniendo de relieve el respaldo que recibió de los patriotas peruanos que también ansiaban su liberación del yugo español. 83

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