PERÚ Y CHILE 2011: TESTIMONIO Y REFLEXIÓN1 Rafael Roncagliolo Las líneas que siguen se refieren a un periodo preciso de la política de Estado del Perú en el proceso de delimitación de su frontera marítima con Chile. Se trata del bienio 2011-2013, que corresponde a la etapa oral del proceso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. Comenzaré por referirme muy someramente a algunos de los antecedentes que han servido de contexto a este periodo y luego revisaré algunos de los objetivos, de las medidas políticas y de las dificultades más notables de esta etapa. Todo ello termina con un colofón sobre el futuro de estas relaciones en el marco de una perspectiva integradora para la región. ANTECEDENTES Las disputas territoriales han sido uno de los dos focos o tendencias de las relaciones exteriores del Perú republicano2. Cubren casi dos siglos de negociaciones y conflictos con los cinco vecinos terrestres (Bolivia, Brasil, Colombia, Chile y Ecuador), y luego con dos de ellos, con los cuales existen además fronteras marítimas (Chile y Ecuador). En los casos de Bolivia, Colombia y Ecuador, las disputas se fundaron en las diferencias de interpretación de los —con frecuencia imprecisos y contradictorios— linderos de las circunscripciones coloniales3; en el caso del Brasil, desbordados los tratados hispano-portugueses por la política de expansión portuguesa y brasileña, versaron sobre la pertinencia y los alcances del uti possidetis de facto. Solo la frontera entre las repúblicas de Chile y el Perú carecía de antecedentes coloniales inmediatos4. En efecto, dicha frontera emergió como consecuencia de la Guerra del Pacífico y procedía de haberse introducido en América del Sur, por vez primera y única, el derecho de conquista; es decir, el triunfo militar, la conquista por las armas, como único título de dominio. En la guerra por la independencia todos los sudamericanos habían sido compatriotas. El Estado peruano naciente llegó a ser presidido por 7
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