confianza mutua en materia de seguridad desde la presentación de la demanda peruana, conjuntamente participaron en los ejercicios de operaciones de mantenimiento de la paz que periódicamente organiza la UNASUR en la región, colaborando en el fortalecimiento de la confianza mutua en este ámbito (Sánchez, 2012, pp. 48-49). Si bien construir un mejor ambiente con todos los países de la región es un tema esencial para nuestra política exterior, este no necesariamente iba a influir en la sentencia, aunque si podía constituir un aspecto de importancia a la hora de su cumplimiento. De acuerdo con Roncagliolo, una mala relación con Chile —digamos, producto del incumplimiento de fallo— hubiera afectado el despliegue de la Alianza del Pacífico, significando un fuerte costo para Chile, en tanto origen del problema. En otras palabras, el trabajo desarrollado paralelamente en la Alianza del Pacífico también funcionó como un desincentivo para que Chile pensase siquiera en la contingencia de incumplir el fallo. Desde la perspectiva de la Cancillería peruana, el cumplimiento del fallo fue un tema central. La primera prioridad era el proceso de delimitación marítima con Chile, y todo nuestro accionar pasaba por ese filtro, de ahí que la buena relación con los países de América del Sur, y por ende, nuestro papel en UNASUR resultaba fundamental. La idea de «posicionar al Perú en la mejor situación internacional posible», para preservar la capacidad de interlocución con nuestros vecinos con el objetivo de contar con un escenario más favorable frente a la eventualidad de un incumplimiento chileno (Riepl & Sifuentes, 2014, p. 126), puede ayudar a comprender, entre otras razones, el reducido nivel de cuestionamiento del gobierno del presidente Humala al proceso electoral venezolano del año 2013, considerando la cercanía del fallo de la Corte Internacional de Justicia. Para el excanciller Eduardo Ferrero Costa, la diplomacia peruana siempre habría estado consciente de la posibilidad de usar otros foros para presionar a Chile en caso de que no cumpliera la sentencia, felizmente esto no fue necesario. UNA POLÍTICA DE ESTADO Robert Putnam identifica que la política exterior es un juego a dos niveles, uno entre los negociadores propios del ámbito internacional, y otro a nivel interno. En este sentido, la ratificación interna tiene efectos sobre el nivel superior, de forma tal que un rechazo por los actores internos puede dificultar la posición externa de un país (Putnam, 1988, p. 436). 67
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