años de mayor inversión extranjera directa por parte de Chile en el Perú en una década (2004-2014) (MINCETUR, 2014); mientras que en términos comerciales, si bien se da una reducción considerable de nuestras exportaciones, pasando de 1687 millones a 731 millones de dólares (básicamente producto de un muy mal año para la economía mundial), estas se recuperan en 2010 (1373 millones de dólares), llegando en 2011 a superar las cifras de 2008 con 1947 millones de dólares (MINCETUR, 2013). Ciertamente, hablar de un encapsulamiento del tema jurídico, de acuerdo a Rodríguez Cuadros, puede resultar intrascendente dado que una vez presentada la demanda, jurídicamente dicho tema se encontraba encapsulado en el ámbito jurisdiccional de la Corte Internacional de Justicia (Caretas, 2010). Además, tal y como lo ha señalado el excanciller Rafael Roncagliolo, las «cuerdas separadas» no parece el nombre más feliz en tanto una relación entre Estados «es un complejo de relaciones, en la que lo que uno hace es darle mayor o menor importancia a cada aspecto, y sacrificar o no sacrificar determinados aspectos». A pesar de lo mencionado, no cabe duda que en la práctica las «cuerdas separadas» han funcionado, sirviendo a los intereses del Perú. Con la llegada al poder del presidente Ollanta Humala y de Rafael Roncagliolo como nuevo ministro de Relaciones Exteriores, y ante la cercanía del inicio de la fase oral del proceso, así como de la sentencia, se decidió preparar el ambiente propicio para ambos escenarios. Conscientes de las diferencias históricas y lo sensible que significan los temas relativos a la soberanía entre nuestros países, era necesario llevar a cabo algunas modificaciones a la estrategia implementada hasta ese momento. LA RELACIÓN INTEGRAL Partiendo por reconocer que la política de las «cuerdas separadas» permitió que el proceso ante La Haya no entorpeciera la relación de creciente interdependencia entre Perú y Chile, era innegable que el diferendo marítimo podía ejercer una importante influencia sobre otras áreas (Deustua, 2014, p. 112). No es casualidad que, en el pasado reciente, eventos de importancia en materia de seguridad entre nuestros países hayan afectado temas que son parte de la agenda cooperativa a nivel bilateral. Así, el año 2005, al conocer el gobierno peruano la venta de armas por parte de Chile a Ecuador (más aun tratándose de un garante del Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro de 1942), se decidió congelar los acuerdos de cooperación entre ambas Fuerzas 60
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