La frontera disputada

EL DIFERENDO MARÍTIMO Y LA ESTRATEGIA POLÍTICO-DIPLOMÁTICA DEL PERÚ Oscar Vidarte A.31 INTRODUCCIÓN Desde la presentación de la demanda en enero de 2008 hasta el fallo en enero de 2014, el diferendo marítimo entre Perú y Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya no solo vio pasar, tratándose de nuestro país, dos gobiernos y tres cancilleres distintos, sino además estuvo determinado por dos etapas procesales claramente diferenciadas. Una primera fase escrita de carácter confidencial, marcada por la presentación de los documentos que contenían la argumentación jurídica y los medios probatorios de cada una de las partes; y una segunda fase llevada a cabo a partir de diciembre de 2012, la misma que se caracterizó por la presentación oral de las respectivas argumentaciones, así como por el fin de la reserva que permitió hacer públicos los documentos presentados en los años anteriores. Siendo un proceso ante un organismo jurisdiccional de carácter internacional, la exitosa estrategia jurídica peruana ha sido el aspecto que más se ha resaltado. Precisamente, esta permitió, en favor de los intereses del país, cambiar el statu quo de la zona marítima en cuestión. Sin embargo, un aspecto poco considerado ha sido la estrategia políticodiplomática que el Perú implementó en el transcurso de la causa. Sin dejar de resaltar todo lo realizado por administraciones anteriores al segundo gobierno del presidente Alan García, fundamental para poder llevar a Chile ante La Haya, entre el 2008 y el 2014 se puede identificar una estrategia político-diplomática compleja con objetivos claramente definidos, que tuvo en cuenta los distintos momentos del proceso, incluyendo las particularidades de los dos gobiernos implicados. De esta forma, en un primer momento, pensando en Chile, la llamada política de las «cuerdas separadas» fue fundamental, para luego dejar de ser una prioridad frente a lo que se conoció al inicio del gobierno del 56

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