concentrado en el grupo de mayor edad (61 y más años) y en los que tienen educación primaria, mientras que el segundo se aglutina en los dos grupos de edad más jóvenes (18-25 y 26-40 años) y en los de mayor educación. Esta diferencia se puede deber a que son precisamente los grupos jóvenes y los de mayor educación quienes se benefician en mayor medida de los procesos de integración económica —por su inserción al mercado laboral— y los procesos migratorios —recordar que la migración peruana hacia Chile se caracteriza por ser juvenil y de una mayor calificación educativa al promedio de chilenos—. Es posible además que debido a esto también sean estos mismos grupos, los más jóvenes y los de mayor educación, quienes aglutinen la categoría «rival», ya que, como hemos reseñado, estos procesos también pueden generar paralelamente tensiones o disputas: las migraciones con las experiencias de discriminación, conflictos laborales o familiares, mientras que en el caso de la integración económica, problemas con deudas económicas o sentimiento de competencia ante las cada vez mayores inversiones chilenas. De otro lado, el cuadro 4 muestra que el año 2014, luego de haberse conocido el fallo de la Corte de La Haya, percibido en ambos países como favorable al Perú, las categorías de confianza («amigo» + «socio») continúan en ascenso en casi todos los grupos de edad, alcanzando esta vez el 39% como promedio general. Ese mismo año, además, la categoría «rival» se ha reducido ligeramente al 38%, manteniéndose el mismo núcleo duro de desconfianza en 19%, que supone calificar al otro como «amenaza». Los datos por grupos de edad revelan cambios interesantes sobre todo en el grupo de 18-25 años, donde aumenta la categoría «amigo», que pasa de 12% a 20%, y desciende la percepción de Chile como «rival» de 44 a 38%. Por nivel educativo, en los sectores de nivel superior la categoría «rival» disminuye de 47 a 39%, aumentando a su vez tanto en «amigo» como en «socio». En términos generales han disminuido las grandes diferencias que existían en las primeras encuestas (cuadro 3) entre los grupos de menor edad con los de mayor edad, y entre los grupos de menor nivel educativo con los de mayor educación. Si bien estas diferencias se mantuvieron en cierta medida hasta el año 2008, para 2014 las opiniones parecen ser más semejantes. Viéndolo en perspectiva histórica, en los últimos veinte años la confianza y desconfianza de los peruanos hacia Chile ha tendido a la homogeneización en los diferentes grupos de edad y nivel educativo. 49
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