La frontera disputada

contrario, los uniformados eran prudentes; en caso de guerra responderíamos de tal manera, pero nuestras posibilidades no serían demasiadas y tendríamos que hacernos a la idea de que Chile desarrollaría una contraofensiva. Por lo tanto, sin ser completamente explícitos, pero claros entre líneas, los expertos militares desaprueban la guerra con Chile ante los ministros de Velasco. De este modo, los borradores de las actas del Consejo de Ministros de Velasco muestran que desde el lado peruano hubo pocas posibilidades de guerra entre Chile y el Perú. Aunque se estaba jugando con fuego, en principio, la evaluación del alto mando militar y político era más bien pesimista y, por lo tanto, sus intenciones eran evitarla. Para ello, el gobierno Velasco envía misiones diplomáticas de alto nivel, que le proporcionan tranquilidad suficiente y confianza de que no había una coyuntura guerrera en el horizonte inmediato109. Por el contrario, bajo la cortina de humo de la alarma guerrera con Chile, emergen algunos trazos de la conspiración dirigida por Morales Bermúdez que trajo abajo al gobierno de Velasco, lo cual parecía absolutamente necesario para numerosos oficiales de las Fuerzas Armadas, quienes eran especialmente críticos del tramo final de su gestión. CONCLUSIONES 1. A diferencia de lo habitualmente pensado, las relaciones bilaterales entre Chile y Perú comenzaron a deteriorarse durante la etapa de Allende. Sin embargo, es cierto que la crisis ocurrió durante el mandato de Pinochet. Así, el mejor momento de dicha relación fue en el gobierno de Frei, cuando recién comenzaba el de Velasco. En 1975 hubo insistentes rumores de guerra que trascendieron a la prensa latinoamericana y cobraron gran intensidad en ambos países. Por ello, se ha supuesto frecuentemente que en el periodo anterior la relación bilateral debió haber sido buena. Pero los borradores de las actas del Consejo de Ministros de Velasco revelan otra historia. La preocupación inicial de Velasco a propósito de Allende fue la presencia comunista en el gobierno de Chile. Los militares peruanos eran reformistas y buscaban colaborar con una postura tercerista, alejada tanto de Washington como de Moscú; incluso en el seno del gobierno había un ala coherentemente anticomunista que se expresaba con regularidad. A continuación, a los ministros de Velasco les 123

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