La Biblioteca Imaginada - Jardín para sembrar comunidades

46 saberes, lenguajes y códigos». Desde 1995, una pequeña embarcación de Chiloé, en la Patagonia de Chile, sale todos los días a recorrer una decena de islas que se ubi- can frente a la localidad de Quemchi. Se trata de asen- tamientos humanos de difícil acceso, muchas veces sin energía eléctrica, sin ningún tipo de comunicación, en algunas ocasiones con dramáticas condiciones sociales. Desde hace más de veinticinco años, la Bibliolancha, de la mano de la reconocida y premiada gestora cultural Teolinda Higueras, sale a navegar con libros, lectura y cultura a espacios donde antes había muy poco. La isla Mechuque, las islas Chauques, las islas Butachauques y la Isla Tac comenzaron hace tres décadas a cambiar sus rostros, a salir de la soledad y hoy, a comunicarse con el mundo, gracias a las computadoras conectadas a inter- net. Hoy, la Bibliolancha beneficia a más de ocho mil personas y transforma la vida de las once islas que visita durante una semana. El capital social, por ejemplo, está vinculado a una serie de externalidades positivas, como mejor salud, mayores tasas de empleo y mejor interacción social. Debido a las estrategias que apuntan a convertir a las bibliotecas en espacios abiertos a la comunidad, demo- cráticas e inclusivas, se han transformado también en importantes productoras de capital social al conectar a las personas con otras personas y con organizaciones,

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