La Biblioteca Imaginada - Jardín para sembrar comunidades

42 peruanos fueron asesinados; hubo, además, cientos de heridos y detenidos por reclamar justicia y democracia para su país. Al día siguiente de ese brutal episodio de la historia peruana, la Biblioteca Nacional del Perú, en señal de luto, remplazó el tradicional color azul de su logo por el negro en sus redes sociales. Al mismo tiem- po, emitió un comunicado en el cual se solidarizaba con las víctimas de la represión, heridas, muertas y desapa- recidas; asimismo, se comprometía con la libertad, la justicia y la igualdad, en un hecho sin precedentes para una biblioteca nacional en el mundo, las cuales suelen depender del ministro de turno y, por lo tanto, del go- bierno en ejercicio. Las bibliotecas deber estar atentas a dar apoyo a las necesidades de la comunidad, especialmente a aquellos sectores más invisibilizados, marginados y perseguidos. Como dijo Elie Wiesel en su discurso al recibir el Pre- mio Nobel de la Paz en 1986: «La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio alienta al ator- mentador, nunca al atormentado. A veces debemos in- terferir».

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx