La Biblioteca Imaginada - Jardín para sembrar comunidades

19 y sale a buscar a sus lectores más allá de sus tradiciona- les y patrimoniales espacios físicos. Las bibliotecas uni- versitarias se están transformado en espacios públicos, abiertos a la comunidad, en los que ya no solo circulan contenidos académicos, sino también otros más diver- sos, que dan respuesta al entorno en donde se localizan. Las fronteras que definían todos estos tipos de biblio- tecas se han vuelto más borrosas, permeables, porque todas están poniendo en el centro de su quehacer, como su misión principal, el mismo objetivo: las personas. La sociedad también ha cambiado. Hoy, la vida co- munitaria responde a nuevos códigos. La democracia tiene lugar, con mayor frecuencia, fuera de los entornos políticos formales. La vida social se configura demo- cráticamente en varios ámbitos. Es así como equidad, igualdad, accesibilidad son valores que articulan las for- mas en las que nos relacionamos en amplios sectores de la sociedad contemporánea. Ese cambio de actitud de una sociedad con mayor acceso a la educación y a los bienes culturales genera una tensión entre personas que demandan sus derechos y un sistema que presenta carencias al responder a esas demandas. Mientras se re- suelve esa tensión, las bibliotecas se constituyen en espa- cios democráticos que apoyan todos los días a las perso- nas para que ejerzan sus derechos. Bajo este concepto de apertura, de espacio sin restricción de ninguna especie,

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