La Biblioteca Imaginada - Jardín para sembrar comunidades

18 él decide cómo, cuándo, y si conviene, suminis- trarlo al que lo solicita. En la imaginación primaria, estos reservorios del sa- ber eran patrimonio exclusivo de pocos. Nada más le- jos de lo que hoy queremos imaginar junto a ustedes. Aun así, hay en esta mirada ya lejana, una comprensión que sirve hoy y en el futuro: la comprensión del enorme poder transformador, develador, incluso subversivo que subyace en el acceso al conocimiento, la cultura, la deli- beración y la información. Ese sello, esa calidad, siguen al centro de la misión que desarrollamos, solo que esta vez, buscando potenciar ese motor. Cada vez más, la biblioteca pública actúa como es- pacio comunitario, centro de negocios, galería de expo- siciones de arte, centro de capacitación, tribuna para el debate de ideas. Esto diversifica su rol, amplía su signi- ficación y la valoración que de ella tienen las personas. Las bibliotecas escolares son hoy espacios dinámicos, ya no solo dirigidos a labores pedagógicas, sino también comprometidos con los miembros de la comunidad educativa y sus familias, aunque muchos de ellos nunca hayan puesto un pie en la escuela o el colegio. Hoy, cada vez más, las bibliotecas nacionales se presentan como centros cívicos, donde la vida cultural, social, política y económica se despliega creativamente por sus pasillos,

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