interpretan semánticamente en relación con su llamada «estructura argumental», que conforman el verbo como «predicado» y una serie de elementos nominales como «argumentos». Para saber qué función cumple en términos de significado una palabra dentro de una oración, se debe considerar el rol temático que cumple el argumento. Entre los más importantes, se encuentra los siguientes: «agente», «paciente», «experimentador», «instrumento», «causa», «beneficiario», «locativo» y «temporal» (Travis, 2010). El agente es el que inicia la acción que expresa el verbo, actúa por voluntad propia y controla el evento. Además, suele ser animado (humano o animal) (Travis, 2010). Por ejemplo, en los casos: «José rompió la ventana» y «Los niños leen el libro», tanto «José» como «niños» son agentes. El paciente, en cambio, es el objeto de la acción del verbo, una acción que le puede o no causar cambios visibles. Asimismo, puede ser tanto animado como inanimado (Travis, 2010). Considerando los ejemplos anteriores, «ventana» y «libro» serían los pacientes. En cuanto al experimentante, este experimenta una sensación sea física o mental a partir de una acción. Es diferente del agente y del paciente: del primero porque no tiene voluntad, ni controla el evento; y del segundo porque no es objeto de la acción, ni sufre cambio visible alguno (Travis, 2010). Ejemplos de este rol son: «Ricardo sintió frío» y «Los perros se asustaron con el ruido», en donde «Ricardo» y «los perros» son los experimentadores. Instrumento, por su parte, es aquel elemento con el que se realiza la acción. Argumentos como este suelen ir precedidos por preposiciones como «con» o «por» (Travis, 2010), que son los elementos funcionales que, en términos sintácticos, les asignan caso. Por ejemplo, en las oraciones: «María escribió con una pluma», «La piedra rompió la ventana» y «Utilizó una pistola para robar», «una pluma», «la piedra» y «una pistola» son los instrumentos con los que se realiza la acción. El locativo señala el lugar donde se ubica o se lleva a cabo algún evento. Por ejemplo, en: «La gallina se esconde en su gallinero» y «Bajo las escaleras se encuentran las cajas», «su gallinero» y «las escaleras» cumplirían este rol. En el caso del temporal, este expresa la ubicación del evento o estado que expresa el verbo (Travis, 2010), como «la noche» en: «Llegó por la noche a Lima» y «el atardecer» en: «Se abrazaron en el atardecer». Debe señalarse que los argumentos no tienen, en relación con su predicado, el mismo grado de importancia (Fillmore, 1968). En otras palabras, los verbos exigen más ciertos nominales que otros en función de 91
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