Introducción a la lingüística clínica

categorías tendrían límites claros y los particulares, el mismo estatus dentro de una determinada categoría (Herrera, 2002). No obstante, la categorización se enfrenta de nuevo con el problema de las condiciones necesarias y suficientes para que un particular o individuo sea ejemplar de determinada categoría, incluso cuando este problema esté más allá de la conciencia de los usuarios del lenguaje. Si aceptamos la idea de que fenomenológicamente los usuarios no acceden en su experiencia del mundo más que a ejemplares de tipos, igual permanece el problema de si las categorías se establecen arbitrariamente o responden a condiciones necesarias y suficientes. La pregunta no es trivial en la medida que contestar lo uno o lo otro supone tomar posición respecto del estatuto ontológico de las categorías. Esta dificultad parecería apoyar la validez de la ya mencionada teoría de los prototipos, que establece que dentro de las categorías existen unos elementos más representativos que otros (es decir, más prototípicos), con lo que no todos los particulares tendrían el mismo estatus dentro de una categoría. Rosch (1977) propone que las categorías se encuentran organizadas en círculos concéntricos alrededor de lo que se consideraría el miembro más representativo o prototípico. Siguiendo el postulado de Rosch, Herrera (2002) grafica la estructura de la categoría [AVE] en una serie de círculos concéntricos, con «gorrión» en su centro, donde los círculos más internos contienen ejemplares como «paloma» y los más externos otros como «pingüino». De este modo, los elementos que se encuentren más lejos del miembro central, que sería el prototípico, serían parte de los menos representativos o marginales, mientras que los más cercanos lo serían de los más representativos. Así, las categorías no estarían definidas en función de una lista de condiciones necesarias y suficientes, no tendrían límites claros y no todos sus miembros tendrían el mismo nivel o estatus, sino que habría miembros prototípicos y otros pobres o marginales. El caso prototípico sería, entonces, aquel donde todos los modelos idealizados se cumplan. Por ejemplo, se tiene como modelo de niñera a una mujer que tenga determinadas habilidades de cuidado y experiencia que le permita hacerse cargo de niños. Sin embargo, eso no quita que un hombre pueda ser niñero, ya que puede poseer las mismas habilidades, pero ser un caso menos prototípico. No obstante la extensa discusión anterior sobre el significado léxico, la semántica no solo se ocupa del significado de las palabras individuales, sino también del de las construcciones sintácticas. Las oraciones se 90

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