primarios (Au, 1999). De este último fenómeno, que implica la influencia del lenguaje en procesos perceptivos, hay varias investigaciones (Goldstein, Davidoff & Roberson, 2009; Winaver & otros, 2007) que dan cierto sustento a este tipo de teorías. Pese a ello, aún no hay pruebas concluyentes que permitan afirmar que el lenguaje puede condicionar aspectos centrales y universales del pensamiento y hoy en día se acepta que lo que produce, más bien, son diferencias en aspectos específicos como los correspondientes al plano léxico (Acosta, 2004) o al desempeño perceptual en estados posperceptuales (Klemfuss, Prinzmetal & Ivry, 2012). Otras teorías que buscan explicar esta relación lenguaje-cognición son la hipótesis de reestructuración cognitiva, donde se plantea que el lenguaje reestructura la cognición, permitiendo la emergencia de nuevas formas de representación; o la hipótesis del andamiaje social, que plantea que el lenguaje no transforma la arquitectura cognitiva, pero facilita su trabajo produciendo la descarga del sistema en símbolos externos (Aguirre & Moreira, 2015). A continuación, se realizará una brevísima revisión para dar cuenta, en términos muy generales, de las principales posturas respecto de esta temática, para lo cual primero se procederá a revisar algunos conceptos relevantes en relación con las ciencias cognitivas. Debe agregarse que no se discutirá modelos psicolingüísticos relacionados con el procesamiento del lenguaje, no porque no sean interesantes o atingentes al tema, sino porque, desde esta perspectiva, hacerlo hacer perder el tema que es analizar la relación lenguaje-cognición desde un sentido amplio. 1. MODELOS DE FUNCIONAMIENTO COGNITIVO La cognición es un concepto que se refiere, en términos generales, a las diferentes formas en que la gente piensa (Palmese, 2011) y, de manera específica, se utiliza como categoría paraguas para referirse al conjunto de procesos mentales usados al percibir, recordar, pensar y entender (Ashcraft & Radvansky, 2010). Según el autor de que se trate, la cognición está conformada por diferentes funciones, entre las que se incluye, con el mayor consenso, la atención, la memoria, las funciones ejecutivas, el lenguaje, la destreza motora y, últimamente, las emociones. La manera clásica en que se conceptualiza la operación de estos procesos es mediante la incorporación, almacenamiento, recuperación y manipulación de la información; es decir, las funciones cognitivas se conceptualizan como mecanismos computacionales (Brown, 2007). 443
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