Al revisar el inventario de vocales en la tabla 3, podemos decir, por ejemplo, que las vocales [i] y [e] son ambas anteriores no redondeadas que se diferencian solo en la altura de la articulación: [i] es alta y [e] es media. También podemos decir que [e] y [o] son ambas vocales medias que se diferencian en la profundidad y la intervención de los labios: [e] es una vocal media anterior no redondeada, mientras que [o] es una vocal media posterior redondeada. Las diferencias en los inventarios pueden ser leves si comparamos, por ejemplo, una variedad de castellano con otra. Así, el inventario del castellano de Madrid incluirá el sonido [θ], que es como suena la letra «z» en la palabra «zapato» (en Madrid, [θapato]), o el inventario del castellano de Buenos Aires incluirá el sonido [ʃ], que es como suena la secuencia «ll» en la palabra «llamar» (en Buenos Aires, [ʃamaɾ]). Las diferencias en los inventarios también pueden ser profundas o extremas si se trata de comparar una lengua con otra. Por ejemplo, podemos comparar las tablas 2 y 3 con las tablas 4 y 5, que son los respectivos inventarios de consonantes y vocales del inglés de California (adaptado de Cohn, 2001). 29
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