las palabras ya adquiridas. A medida que los niños se desarrollan, no solo aprenden nuevas palabras, sino que también enriquecen el conocimiento que tiene sobre estas creando diversos vínculos conceptuales entre ellas, a través de los caules se constituyen las relaciones semánticas, que se expresa en redes que se van formando a lo largo de toda la vida y desde edades muy tempranas. Por otro lado, las asociaciones de palabras constituyen otro indicio de que los niños están relacionando las palabras entre sí a partir de una categoría, la cual se va enriqueciendo y va incrementando más elementos en la medida que se va desarrollando. 3.4. Desarrollo del componente morfosintáctico En las siguientes líneas, se presentará los patrones lingüísticos más característicos de las diferentes etapas del desarrollo morfosintáctico descritas por los psicolingüistas evolutivos. Acosta y Moreno (2001) explican que la secuencia evolutiva que presentan y que se tomará de referencia se basa en la descripción hecha por diversos investigadores en idiomas distintos del español. Sin embargo, ambos autores señalan también que añaden alguna información disponible sobre el desarrollo en la gramática española por cada periodo. Se utiliza para ello la descripción de Del Río y Vilaseca, respetando sus denominaciones, pero se omite el periodo denominado «prelenguaje» con la finalidad de atender específicamente los momentos en los que hay una clara organización gramatical. 3.4.1. Primer desarrollo sintáctico Este periodo se da entre los 18 y 30 meses y se divide en dos períodos. El primero abarca entre los 18 y 24 meses y se caracteriza por la producción de frases de dos elementos léxicos. Este es el resultado de un periodo anterior, en el que el niño emitía dos palabras unidas por una pausa. En estas combinaciones, aparecen algunas flexiones como las terminaciones del gerundio y del plural en «-s». Aparecen también las primeras construcciones negativas e interrogativas: las primeras con el uso de la partícula «no»; mientras que las interrogativas, con las partículas «qué» o «dónde». Las investigaciones españolas señalan que en este periodo los niños incluyen algunos artículos determinados e indeterminados en singular, así como las formas imperativas e infinitivas de los verbos. Además, aparece el adverbio «allí». Hacia el final del 223
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