Dentro del desarrollo del lenguaje del niño, es importante diferenciar si presenta dificultades fonéticas o, más bien, fonológicas. Si un niño no produce correctamente un fonema en determinado contexto y la realización siempre es la misma, se considera un problema articulatorio o fonético y no fonológico. Sin embargo, cuando produce el fonema correctamente en algún contexto, pero no lo puede producir en otro o presenta diferentes errores según la palabra en que aparezca el fonema, se considera que se está frente a un problema fonológico (Pavez, Coloma & Maggiolo, 2008; Acosta & Moreno, 1999). En muchos casos, estas dificultades no les permite establecer contrastes en el 217
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