Acosta y Moreno (2001) señalan que la progresión de la adquisición de las clases de sonidos en español sigue una secuencia de menor a mayor dificultad. Así, la adquisición de los fonemas simples se da en el siguiente orden: nasales, oclusivos, fricativos, líquidos y vibrantes múltiples; mientras que la adquisición de los grupos consonánticos formados con líquidos tiene una aparición más tardía y la de los diptongos decrecientes es posterior a los crecientes. Al respecto, los resultados de la investigación realizada por Bosch (1984) sobre el desarrollo fonológico, bajo el supuesto de cuatro etapas y una adquisición completa al 80% de producción, son como se ve en la tabla 4. 3.1.1. Procesos de simplificación fonológica El niño desarrolla su sistema fonológico de manera progresiva y eso implica que hace uso de diferentes estrategias que le ayudan a aproximarse a los sonidos producidos por los adultos. Estas estrategias que le permiten al niño verbalizar las palabras, a pesar de sus limitaciones articulatorias, vendrían a ser los procesos de simplificación. A través de ellos, el niño elimina los sonidos más difíciles, los sustituye por otros más fáciles o los asimila a estos. Los estudios de Pavez, Coloma y Maggiolo (2008), así como de Pavez, Coloma, Maggiolo y Peñaloza (2013), presentan una clasificación de los procesos de simplificación fonológica que están presentes en el habla de los niños. Estos abarcan tres grandes grupos: a) los primeros están 214
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