Introducción a la lingüística clínica

ambiente adecuado a los niños en todo momento. El salón de clase debe tener un equipamiento especial; los techos y paredes deben ser recubiertos con material acústico; y, si es posible, se debe tener alfombra y cortinas. Los grupos de trabajo deben ser pequeños; es decir, no más de seis niños por clase. Las personas con pérdida auditiva no adquieren el lenguaje oral de forma espontánea y se requiere planificar su enseñanza. Los niños deben aprender el código oral de su entorno, por ser este el instrumento de comunicación mayoritario y el que les permitirá la integración y participación activa en la sociedad. De hecho, como corrobora Ling (2002), al considerar que, si existen las condiciones apropiadas en el ambiente del niño, este podrá acceder al lenguaje oral en las mejores condiciones, de tal forma que más del 90% de los padres de niños con trastornos auditivos tiene una audición normal. Hacer hablar a los niños es el primer paso de esta metodología, por lo que los niños deben estar expuestos al lenguaje de manera permanente. Deben tener muchas oportunidades para conversar y hablar en una variedad de situaciones comunicativas. La profesora o el profesor, al diseñar su esquema de enseñanza, se guía de lo que el niño necesita y esta información la obtiene de los datos brindados por las evaluaciones. De este modo, elabora la planificación de actividades a través de los instrumentos que veremos a continuación. 3.4.1.1. Programa de entrenamiento auditivo La metodología auditiva oral tiene como eje principal la adquisición del sonido a través de los equipos auditivos. Los profesores y padres tienen que asumir la importantísima tarea de trabajar con el niño con deficiencia auditiva para que aprenda a escuchar, porque la capacidad de escuchar es indispensable para el desarrollo del lenguaje: «Cuando amplificamos al máximo posible esta audición residual, de acuerdo a la tecnología disponible (por ejemplo audífonos digitales binaurales, moldes adecuados, sistemas de FM, Implantes cocleares) y los niños pueden acceder a la detección de todo el espectro acústico del habla, les estamos dando la oportunidad de desarrollar el lenguaje oral en forma natural a través de la audición» (Maggio, 2004, p. 66). Lograr que el niño obtenga una buena percepción auditiva hace necesario confirmar que los audífonos o implantes cocleares se ajusten a su pérdida auditiva. De este modo, se recomienda que la amplificación con audífonos 184

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