Hereditarias: es importante conocer la historia de los padres y determinar si existen antecedentes familiares o descartar si la pérdida auditiva es parte de un síndrome. Prenatales: la pérdida auditiva se da durante el embarazo debido probablemente a sepsis materna, una infección portada por la madre que afecta el feto a través de la placenta; a sepsis viral (rubeola, citomegalovirus, herpes simple o VIH); sepsis bacteriana (sífilis congénita o tuberculosis congénita); o sepsis parasitaria (toxoplasmosis). La pérdida auditiva también puede ser ocasionada por el uso de antibióticos ototóxicos (aminoglucósidos) suministrados a la madre. Perinatales: ocasionadas durante el parto. Puede ser por parto prematuro, bajo peso al nacer, asfixia neonatal o hiperbilirrubina. Postnatales: ocurren durante la infancia por sepsis bacterianas o virales como la meningitis o la parotiditis, respectivamente. El uso de antibióticos ototóxicos en el niño también puede ocasionar pérdida auditiva. Según Torres, Urquiza y Santanta (1999), podemos clasificar la pérdida auditiva según la cantidad, la calidad y el momento de adquisición. La cantidad de pérdida auditiva se relaciona con el grado y puede ser leve (20 a 40 dB HL), moderada (40 a 70 dB HL), severa (70 a 90 dB) o profunda (90 dB a más). Para entender los tipos de pérdida auditiva según la calidad, hay que tener en cuenta que el sonido se transmite al oído interno por vía aérea u osea. En el primer caso, las ondas sonoras propagadas por el aire hacen presión sobre la membrana timpánica del oído externo y, para que sea posible la audición, intervienen el OE y el OM en la transmisión del estímulo hacia el OI. En el segundo caso, las vibraciones son transmitidas por el hueso directamente al oído interno sin intervención del oído externo y medio en el proceso de la audición. De este modo, se determinan varios tipos de pérdida auditiva. En la pérdida auditiva conductiva, se percibe con normalidad los estímulos conducidos por vía ósea, pero aparece una pérdida de audición para los sonidos transmitidos por la vía aérea. En la pérdida auditiva neurosensorial, existe una pérdida de audición sin importar por qué vía sean transmitidos los sonidos. En el caso de la mixta, la pérdida auditiva es 175
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