Introducción a la lingüística clínica

colocando en la frente la mano con los dedos extendidos y el pulgar frente al índice, luego se baja la mano extendida, girando el antebrazo para hacerlo descansar sobre el antebrazo contrario. Tanto en el caso de los sonidos, como en el de las señas, es necesario aprender los significados que les asocian sus usuarios porque el vínculo entre expresión y significado se basa en la pura convención de la comunidad que los usa. Así, pues, las señas o sonidos que se usan en las lenguas presentan un aspecto expresivo (lo que podemos ver o escuchar) asociado a un aspecto significativo (lo que podemos interpretar). A esta asociación entre una expresión y una interpretación —o un «significante» y un «significado», en palabras de Ferdinand de Saussure, el padre de la lingüística moderna— se le conoce como «signo lingüístico». Según Saussure, los signos lingüísticos son «arbitrarios»; esto quiere decir que el vínculo entre los significantes y sus correspondientes significados no es natural, sino convencional. De esta manera, para este importante lingüista, la lengua se puede caracterizar como un «sistema de signos». Muchos de los signos lingüísticos que usamos al hablar son simples, en el sentido de que expresan un único significado; esto es lo que ocurre con los signos que vimos líneas atrás. Pero los hablantes, tanto de lenguas de señas como de lenguas orales, la mayoría de las veces construimos signos lingüísticos complejos mediante la combinación de signos simples. Esta capacidad para combinar signos simples y formar signos cada vez más complejos es una de las muestras más claras del carácter sistemático del lenguaje, pues la combinación de signos no es aleatoria, sino que sigue reglas. Así, por ejemplo, si queremos expresar la idea de que hemos comprado un perro gordo, tanto en lengua de señas peruana como en castellano, tenemos que combinar signos simples formando signos cada vez más complejos, pero la manera de combinar los signos no es idéntica. Ambas lenguas coinciden en que primero se coloca el signo que significa «nosotros» (el «sujeto»), pero difieren en qué signo viene después: en lengua de señas peruana, luego va el signo que hace referencia al perro (el «objeto») y finalmente el que expresa la acción de comprar (el «verbo»); en cambio, en castellano va después el signo que expresa la acción de comprar (el «verbo») y al final va el que hace referencia al perro (el «objeto»). Es interesante notar que la mayoría de lenguas del mundo se dividen, en casi igual medida, entre las que usan el mismo orden de la lengua de señas peruana (sujeto-objeto-verbo) y las que usan el mismo orden del castellano (sujeto-verbo-objeto). 14

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