Hacer de la lectura una experiencia: reflexiones sobre mediación y formación de lectores

37 al otro gran desafío de un mediador en tanto agente de democratización, relacionado con su capacidad para poner en juego situaciones que, mediante procesos de acompañamiento en el encuentro de los sujetos con los textos, creen las condiciones que hacen posible experimentar ese placer. Asimismo, es importante distinguir las diferencias entre la noción de mediación y los otros conceptos que usted señala, como son promoción, fomento y anima- ción a la lectura. Podríamos decir que promoción y fo- mento se han utilizado como sinónimos en el debate académico y social en torno a la lectura. Ambos con- ceptos refieren a un determinado campo de actuación social que se ha desarrollado a partir del consenso sobre objetivos educativos como favorecer la participación de los diversos grupos sociales en el mundo de lo escrito, o promover hábitos de lectura por placer y para todos. Este consenso ha derivado en que, en la actualidad, na- die cuestione la necesidad de fomentar la práctica lecto- ra. Estamos, pues, frente a una idea cada vez más arrai- gada en el imaginario colectivo de nuestras sociedades, en las que incluso hasta los no lectores suelen adherirse a la creencia sobre la importancia de la lectura. A su vez, el surgimiento y consolidación de esos «nuevos» objeti- vos socio-educativos han derivado en una serie de líneas de actuación para concretarlos. En nuestros países, esas

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