Hacer de la lectura una experiencia: reflexiones sobre mediación y formación de lectores
29 En suma: el consabido placer, que se quería natural, es en realidad un fenómeno culturalmente construido, y excluye por tanto a quienes no han vivido las experien- cias familiares y sociales que hacen esa construcción po- sible. En el ámbito escolar, lo anterior tiene una doble lectura. Por una parte, puede llevarnos a pensar que la construcción de ese placer escapa a nuestra competencia, y que son las familias quienes deben encargarse de forjar los hábitos de lectura fruitiva de sus niños. Por otra, po- demos asumirlo (en una lectura mucho más interesante desde una perspectiva didáctica) como un buen punto de partida para repensar nuestra labor docente. Esto nos permitiría avanzar desde la consigna «disfruten los li- bros» hacia la reflexión sobre cómo podemos ayudar a nuestros alumnos a construir las condiciones y adquirir las herramientas que harán posible ese disfrute. Creemos que esa reflexión debiese acompañarse de un giro conceptual que, en cierto modo, surge de mane- ra natural de la experiencia vivida por Catalina. Esto es, dejar de hablar del profesor como un «animador de la lectura» para adoptar, en cambio, lanociónde «mediador».
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