En última instancia, se impuso el criterio racista sobre el deportivo e, incluso, el nacional. La renuncia de los miembros del Alianza Lima motivó una amarga respuesta de la Federación Peruana de Fútbol, que expulsó al club de su seno, incapacitándolo, por lo tanto, para jugar cualquier torneo o partido oficial. Para los dirigentes de la Federación resultaba realmente insolente que los morenos futbolistas se negarán a integrar la selección nacional. Se les acusó de antipatriotas y disolventes. La sanción impuesta implicaba, además, que los estadios oficiales o cualquier evento que contase con el reconocimiento o auspicio oficial le estaban negados al Alianza Lima. En otras palabras, no podían participar en ningún partido donde se vendiesen entradas, por lo que el Alianza no tendría ingresos monetarios por partido jugado. La negativa a participar en la selección significaba para el Alianza, en otras palabras, no poder seguir siendo un club oficial de fútbol. Ante la aplicación de la sanción, los jugadores del Alianza Lima decidieron, entonces, retomar los lineamientos del fútbol como confraternidad popular, lo que no deja de suponer, obviamente, ciertos beneficios o recompensas materiales, producto de las competiciones que realizaban contra los equipos y clubes locales de los barrios de Lima y en provincias. Se han popularizado más, si cabe, los jugadores del Alianza Lima, quienes se vienen pachamanqueando en los alrededores de Lima por dentro y por fuera, lo que nos hace recordar la frase muy criolla y algo antigua que dice: “Hay que jugar carnavales por dentro y por fuera”. Por dentro era el “come” y por fuera los baldazos de agua que le echaban al más pintado y más guapo. [...] Por eso decimos que los jugadores del Alianza se pachamanqueaban, o lo que es lo mismo, se divierten por dentro y por fuera. [...] Por fuera meten goles como cancha a sus contrincantes, y por dentro se banquetean de lo lindo con sendas anticuchadas, que asientan con chicha de jora o con el rico licor peruano de caña con azúcar o de pura uva de Ica, según como venga. [...] En Vitarte no fue tan mansa la cosa, porque se vieron con los zapatos ajustados, pero los “negritos” saben componérselas para siempre ser los que ganan de todas mangas, porque si les falta manguera acuden a Villanueva que tiene hasta para vender. [...] En Pachacamac la cosa fue a pedir de boca. Banda de músicos, muchas palmas y un almuerzo criollo que a una legua de distancia hacía abrir el apetito de los vecinos. [...] En Lurín fueron recibidos en el local del Concejo y declarados huéspedes de honor como los grandes héroes. Se repitió el plato de los goals, almuerzo, música, baile criollo, distinguiéndose don Kochoy y Lavalle. [...] Después de todo, y como bien se ha dicho, el Alianza está haciendo una efectiva campaña en 97
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx