insistimos, los fenómenos sociales y económicos que el Alianza Lima como club popular produjo, tenían también una expresión étnica: el acceso de la tradición y población negra, con su sapiencia e ingenio, a la esfera pública. Cuando el club Alianza Lima, en la década de 1920, con «Manguera» Villanueva, José María Lavalle, Alberto Montellanos y el «Quemado» Rostaing, se convirtió en el ídolo de la afición limeña y llenaba las páginas deportivas de diarios y revistas, ¿no estaba ocurriendo, en cierto modo, que lo negroide adquiría relevancia nacional? ¿No se convertía en un símbolo de la nacionalidad Alejandro Villanueva, el moreno centrodelantero peruano, que con su virtuoso juego destacaba en las confrontaciones internacionales? En 1929, un periodista reconocía en el artículo «El público reclama al Alianza Lima» que «se ha acentuado en el público aficionado la idea de que el Alianza Lima es el equipo que está más capacitado para defender nuestro prestigio deportivo en la actual temporada, no se puede negar que el club Alianza Lima constituye el más poderoso conjunto de jugadores nacionales» (Toros y deportes, 28 de diciembre, 1929). Esta revaloración de lo negroide, o si se quiere, esta asimilación de lo negroide como parte integrante de la sociedad nacional, no solo se manifiesta con el ejemplo del fútbol y el Alianza Lima, también se muestra en la aceptación de la marinera como baile nacional, la instauración de la procesión del Señor de los Milagros como culto oficial y el apogeo estertóreo de la décima. Sucesos todos que ocurrieron en la década de 192074. Sin embargo, hay que tomar en cuenta la posibilidad —una posibilidad que se realizó, por ejemplo, en el caso de Alianza Lima y el fútbol peruano— que esta misma asimilación o inserción de lo étnico o lo popular en la vida nacional conllevara, desde la perspectiva de los oprimidos, cierta apropiación cultural. Tampoco hay que perder de vista el carácter de la «superestructura» — en este caso del fútbol— que no solo es el mero reflejo de las contradicciones y evolución económico-social, sino que es también agente, es decir, invierte la relación entre los componentes básicos de la sociedad. Con esto queremos decir que el apogeo del Alianza Lima, como club popular negroide dentro de los deportes nacionales, alcanzando la escena pública oficial, no supuso tan solo el impacto de la cultura popular en la sociedad nacional. También pudo ser el resultado de un nuevo mecanismo 92
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