partidos de fútbol poseían, sobre todo, una composición popular. Las integraban esos obreros, obreras, empleados, trabajadores de servicios, albañiles, peones, que se reunían en sus escasos ratos libres —sobre todo los domingos y feriados— para observar ese juego mágico practicado por sus iguales, lo que les servía como entretenimiento y diversión, de manera que podían descargarse momentáneamente de sus angustias y preocupaciones económicas. Era un espectáculo y una diversión alegre, social, es decir, colectiva. Las primeras canchas carecían de paredes y de bancos. Eran aquellos descampados de tierra rodeados en un sábado o domingo por unas cien personas, al principio familiares y amigos de los jugadores. Por supuesto, no se cobraba entrada. Más adelante, en las décadas de 1910 y 1920, este cuadro daba paso a los primeros estadios, aunque fueran solo unos tabladillos, colocados alrededor de un campo. Estos primeros estadios fueron luego divididos entre la primera y la segunda, y se pagaba 50 centavos por entrar a la sección preferencial y 20 para popular en el año de 1914 (Pedro Frías. Entrevista, 13 de noviembre, 1981). Los partidos se volvieron verdaderas fiestas con la venta de chicharrones y cerveza. A un partido jugado en Lima en 1918 entre Atlético Chalaco y José Gálvez, se estimaba que asistieron unas siete mil personas, un récord para esa época (Borodi,1982, p. 28). Ya en las postrimerías de los años veinte no solo se habían multiplicado los estadios en número y tamaño sino también el precio y la variedad de las entradas. Para un encuentro entre Alianza Lima y Universitario de Deportes ya en 1930 se publicaron los siguientes precios de las localidades: Entrada a primera Media entrada a primera Preferencia sin entrada Baranda sin entrada Segunda S/. 1,50 1,00 1,50 2,00 0,8 Fuente: El Sport, abril 19, 1930, p. 5. Aunque no se publicaban números exactos de las personas que asistían a estos partidos, el reportaje sobre aquel encuentro entre el Alianza y la Universidad nos puede dar alguna idea: «Días antes del señalado para la realización del match, la demanda de boletos fue verdaderamente extraordinaria, al punto que la afluencia de personas al Estadio Nacional, 85
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