Llaguno. Se trata de la posesión de un vasto campo de cacería que comprende la laguna de Villa y charcos de Conchán, abrazando cerca de una legua cuadrada, que ha sido escriturada a esa sociedad para formar en él una “Reserva”. Laudable es fomentar en la juventud distracciones de este género, que contribuyen a separarla de entretenimientos perniciosos para la salud y la moral. Comprendiéndolo así, el señor Francisco García Calderón ha cedido por escritura pública la exclusiva de las lagunas de Villa a la nueva sociedad de sport (El Comercio, jueves 25 de enero, 1900). Como se ve, se trataba de un verdadero coto privado de caza. En consecuencia, tanto el tipo de deporte, como las instituciones en donde se practicaban, eran de élite, de la misma forma en que lo era la sociedad en su conjunto. Deportes de élites, clubes de élites, expresiones propias de la sociedad oligárquica limeña de entonces. Veamos, por ejemplo, quiénes conformaban la directiva del club Regatas de Chorrillos a comienzos de siglo: Presidente: J. V. Oyague y Soyer Vicepresidente: F. Pérez de Velasco Secretario: J. V. Oyague y Noel Tesorero: Carlos F. Basadre Inspectores: Francisco Tudela Varela Francisco Dammert Othon Gastañeta Comisión Revisora de Cuentas: Pedro Larrañaga Miguel Pardo Fuente: El Comercio, lunes 15 de enero, 1900. O la del club Lima de Tiro al Blanco: Presidente: Pedro de Osma Vicepresidente: Manuel Morales Secretario: Ernesto Araujo Álvarez Tesorero: Manuel Zevallos Velásquez Vocales: Coronel Arístides Mejía Coronel Joaquín Durand Max Lecaros Salvador Mariátegui Abraham Polo Fuente: El Comercio, martes 6 de febrero, 1900. 72
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