ideales que sobrepasan los linderos nacionales, existan organismos capaces de afrontar un sacrificio. Reiteramos nuestro vivo agradecimiento a las naciones hermanas, cuyos espíritus han vibrado al unísono del nuestro, levantándose y protestando efectivamente ante la justicia». Una vez leído este comunicado hubo salva de aplausos. El jueves 17 de setiembre de 1936 los olímpicos peruanos fueron recibidos como héroes en el Callao. Hubo más discursos, proclamas, votos de aplauso, homenajes, aclamaciones. Nacía la leyenda142. BIBLIOGRAFÍA Anónimo (1936). Memoria del Comité Nacional de Deportes y Comité Olímpico Peruano. Lima: s/e. Basadre, Jorge (1981). La vida y la historia. Lima: Industrial Gráfica. Cotler, Julio, (1978). Clases, Estado y Nación en el Perú. Lima: Instituto de Estudios Peruanos. Diem, Carl (1937). Amtlicher Bericht, Organisationskomitee für die XI Olympiade Berlín 1936. Berlín: Wilhelm Limpert. Grimberg, Carl (1985). Historia Universal. Santiago de Chile: Ercilla. Salazar Canaval, Teodoro (1992). Lolo, ídolo eterno. Lima: Brasa. Salazar Canaval, Teodoro (1992). Vamos Boys. Lima: Brasa. Thorndike, Guillermo (1975). Una historia del fútbol peruano. Lima: Mosca Azul. Wallechinsky, David (1936). The complete book of the Summer Olympics Games. s/c: Overlook Press. Zacarías Föhrding, Katharina (1999). Die Teilnahme Perus an den Olympischen Spielen. Tesis presentada ante la Deutsche Sporthochschule Köln. 175
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