Jurado de Apelación en la materia resulta del texto del artículo 10º de las Disposiciones Generales para el Torneo de Fútbol («los reclamos formulados después del comienzo del torneo serán solucionados por el Jurado de Apelación»). Resulta de los informes obtenidos durante el curso de las indagaciones a que se ha procedido, que se han producido hechos que han podido impedir el desarrollo normal del partido. No se puede hacer ninguna observación de carácter técnico, pero la organización del partido ha sido perturbada por circunstancias imprevistas. Notoriamente ha sido imposible impedir que los espectadores entren al terreno de juego y que particularmente uno de ellos, después de haber penetrado al terreno, ha podido dar un golpe a uno de los jugadores. Estas circunstancias pueden ser consideradas como causantes de haber colocado a los equipos en estado de inferioridad, contrarias al buen espíritu deportivo. No estando en condición de fijar las responsabilidades respectivas, el Jurado de Apelación tomando una resolución de carácter deportivo decide: Que el partido se vuelva a jugar a puerta cerrada y sin boleterías el lunes 10 de agosto a las 17.00 horas. Solo tendrán acceso al terreno los dos equipos y tres acompañantes (14 personas en total), los árbitros oficiales, los miembros del Comité Olímpico Internacional y del Comité Organizador, los miembros del Comité de la FIFA, los miembros del Comité de la Federación Alemana de Fútbol, los presidentes de las dos Asociaciones y dos representantes de la prensa. Queda el jurado de campo encargado de tomar las medidas necesarias. Firmado: Jules Rimet (presidente). Como Perú no cumplió con presentarse al partido de repetición establecido para el 10 de agosto ni al partido de repetición nuevamente previsto para el 11 de agosto, Austria fue declarado ganador sin jugar y avanzó a la siguiente etapa. Antes de la partida de los peruanos, el representante del Perú explicó que los dirigentes de la delegación simplemente no habían quedado satisfechos con la cuestión del partido de repetición ante Austria. La posición peruana, sin embargo, no estaba de ninguna manera dirigida en contra de la Federación Alemana de Fútbol, que no intervino en este conflicto. El embajador peruano en Londres, Benavides, amigo cercano del presidente de su país del mismo apellido, lamentó que se hubiera producido este incidente. Como representante peruano en el Comité Olímpico Internacional, se sintió obligado a dejar constancia públicamente ante todo el mundo, que en este penoso asunto ningún organismo alemán tuvo algo que ver. Hasta ahí llega el Informe Oficial de los Juegos de Berlín 1936 preparado por el Comité Olímpico Alemán. 5. DERRUMBANDO MITOS 163
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