BERLÍN, 1936: LA VERDADERA HISTORIA DE LOS OLÍMPICOS PERUANOS Luis Carlos Arias Schereiber No hay pasaje más legendario en el fútbol peruano que la participación de nuestra selección en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Generación tras generación se han ido exagerando los hechos, deformando las circunstancias, directamente contradiciendo lo que recogen los documentos de la época, hasta llegar a la historia que manejamos hoy en día y que los peruanos aceptamos como verdadera. La intención de este artículo es aproximarse a los sucesos del campeonato de fútbol de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 desde una perspectiva diferente —no la basada en hechos distorsionados y verdades a medias que tradicionalmente se acumulan con respecto a este punto en la prensa peruana—, explicar las circunstancias en las que se dieron estos hechos y derrumbar algunos mitos que han impedido un entendimiento cabal de lo que fue el fútbol peruano en los años treinta. Debemos tener en cuenta que la participación de los futbolistas peruanos en los Juegos Olímpicos de Berlín está asociada a otros mitos menores que, en buena medida, han distorsionado la historia de nuestro fútbol hasta crear el convencimiento de que todo tiempo pasado fue mejor. Apoyados en la mítica campaña de Berlín, los cañonazos de Lolo Fernández, la habilidad de «Manguera» Villanueva, las atajadas del «Mago» Valdivieso, la picardía del futbolista peruano que asombra en Europa, han ido creciendo hasta crear la impresión de que en la década de los treinta nuestro fútbol estaba entre los mejores del mundo. Y, a la luz de los resultados, puede afirmarse que no es así125. 1. LA VERSIÓN PERUANA Faltan cuatro minutos, tres minutos, Perú ataca sin pausa, como si la ventaja de un gol no fuera suficiente. Los sofocados austriacos no podían contener aquella ofensiva incesante, sobrehumana. Dos horas tardaba la contienda. Los hombres 157
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