nuestro arquero; a Sabroso, que jugaba en el Circolo y trabajaba en la fábrica de los Raffo [...]». 119 Resulta paradójico que otro de los Miró Quesada, Óscar, y Víctor Raúl Haya de la Torre hayan tenido algo en común: «Miró Quesada fue [...] el impulsor de otra actividad que de alguna manera es predecesora de las universidades populares aprobadas en el Congreso Universitario del Cusco (1920) y lideradas por Haya de la Torre. Se trata de la Extensión Universitaria» (Gonzales, 1996, p. 87). A través de esta Extensión Universitaria, Racso quiso poner al alcance de todos los asuntos de interés de su época. 120 En el libro de Rafael Quirós, La U y su historia, el autor afirma que el equipo de la Federación Universitaria se fundó «en la época en que la juventud vibraba ante la consabida frase “emoción social” y que con su actitud supiera llegar a las entrañas del pueblo» (Quirós, 1997, p. 57). 121 El partido entre la Federación Universitaria y el Sport Vitarte se jugó el 18 de abril de 1925 y terminó con el marcador 0-0. 122 Utilizando las categorías sociológicas de Max Weber, planteamos que el presidente Leguía rompió con la dominación patrimonial del civilismo y, en base a designaciones cuasi divinas como el «Júpiter Presidente», el «Gigante del Pacífico», el «nuevo Viracocha», fue visto por sus numerosos seguidores como una figura carismática. 123 Una curiosa coincidencia resulta el hecho de que la camiseta de Alianza de los años 20 y la que usó la selección peruana entre 1927 y 1929 hayan tenido el mismo diseño. Dos franjas blancas gruesas y una de color oscuro en el centro. Azul, en el caso de Alianza, y roja, en la de la selección. 124 Revisando el diario La Prensa no hemos encontrado referencia alguna a la presencia del presidente Leguía en los partidos de Alianza. Sin embargo, David Wodd, en su libro De sabor nacional, el impacto de la cultura popular en el Perú, afirma que «el presidente Leguía asistió a varios partidos de Alianza» (Wodd, 2005, p. 136). 156
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