además, a puñadas con verdadero ensañamiento» (La Prensa, 24 de setiembre de 1928). Basta, por ahora, con los ejemplos citados para demostrar las marcadas diferencias entre uno y otro relato. El Libro de Oro agrega que: [...] resulta imposible, a estas alturas, saber las razones exactas que llevaron al cronista deportivo del diario El Comercio a introducir dentro de una nota puramente informativa la siguiente advertencia: “Bien saben los futbolistas que el público no quiere ver malos modales, gestos antideportivos, ni acciones innobles. Los aficionados van a los estadios a ver competencias de football y no permiten que los malos jugadores hagan gala de sus instintos malévolos, proscritos por las leyes del juego”. La nota salió publicada en la página 20 de la edición matutina de El Comercio correspondiente al domingo 23 de setiembre de 1928, horas antes del partido inaugural en la historia de los enfrentamientos entre Alianza Lima y Universitario» (El Comercio, 2001, p. 44). Nosotros creemos que las razones que llevaron al cronista a escribir tales palabras se deben a un partido que protagonizó Alianza Lima contra Progreso el 9 de setiembre de 1928. Es pertinente decir que en la crónica de ese partido, mientras El Comercio ataca duramente a los de Alianza, el cronista de La Prensa parece tratar de excusarlos. El partido entre Alianza y Progreso terminó con el marcador de 2-1 favorable a los primeros. Lo que destaca El Comercio, sin embargo, no es el fútbol sino que «no solamente jugaron pésimamente, sino que con sus modales antideportivos disgustaron aún más al público. Bien lo comprendieron ellos cuando el referee se vio obligado a expulsar del campo a dos jugadores —uno de cada bando—, ya que sus intenciones no eran nobles ni caballerescas. Antes del partido de estos clubs (sic), se hablaba de un posible arreglo entre ambos equipos. El rumor se difundió notablemente y llegó a intensificarse aún más cuando desarrollaron el partido» (El Comercio, 10 de setiembre de 1928). La crónica del pro-leguiísta diario La Prensa, en cambio, dice que: [...] el match del Alianza Lima con el Progreso defraudó las espectativas (sic) que había despertado en la afición. El Progreso no repitió su última performance, y por lo que hace al Alianza, tampoco se mantuvo a la altura de sus antecedentes. Por ambas partes dieron la impresión desde el primer momento de que reservaban sus energías (La Prensa, 10 de setiembre de 1928). Mientras que el periodista de La Prensa se siente defraudado por la presentación de ambos equipos, el de El Comercio cree que: 148
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