y haciendas, fuera de Lima, y que no estaban afiliados a la Liga, por lo que no corrían peligro alguno. Nosotros creemos que estos dos ejemplos nos hablan de las dos caras de Alianza. Por un lado son Los Íntimos, aquel equipo de estirpe popular y morena surgido de un barrio y, por otro, Alianza Lima, como institución con dirigentes blancos que «pasaron a tener un rol protagónico». Martín Benavides agrega que con estos dirigentes «el equipo dejó de lado su estructura colectiva y de cooperación. No obstante, la relación establecida entre dirigentes y jugadores pasó a expresar otra de las metáforas familiares: los dirigentes eran como padres para los jugadores, mientras los jugadores eran como hijos para los dirigentes» (Benavides, 2000, p. 76). Es importante saber cómo terminó la suspensión de 1929. Un alto empleado de la Municipalidad de Lima, Juan Bromley Seminario, se hizo cargo de la presidencia de Alianza y solucionó el impasse. De acuerdo a Steve Stein, «Actuando de acuerdo con el modelo paternalista que había sido introducido años atrás por los clubes de fábrica, Bromley consiguió empleos en la Municipalidad para todos los jugadores que lo quisieran, y hacía los acostumbrados préstamos a los jugadores que los pidieran» (Stein, 1986, p. 161). Hay que agregar que la Municipalidad de Lima era un ente que no gozaba de autonomía. Fue el mismo presidente de la República, Augusto B. Leguía, quien había nombrado al alcalde en ejercicio por aquel entonces, Andrés F. Dasso. En un discurso que ofreció luego de retornar de Buenos Aires, y que fue publicado en el diario La Prensa, Dasso expresó que esperaba seguir sirviendo «con el mismo entusiasmo, devoción y constancia que antes, en el elevado puesto que su bondad (refiriéndose a Leguía) me ha confiado y dejaré de hacerlo cuando él y la ciudad así me lo indiquen» (La Prensa, 21 de diciembre de 1927). Las gestiones de Bromley se realizaron entre marzo y abril de 1930. Leguía fue presidente de Perú hasta el 25 de agosto de ese año. 4. LA MODERNIDAD INCLUYENTE DE AUGUSTO B. LEGUÍA Y LA DESPOPULARIZACIÓN DE ALIANZA El trabajo de Alicia del Águila, Callejones y Mansiones, hace referencia a la despopularización de la celebración de las Fiestas Patrias en la Plaza de Armas. Para esta investigadora, «la modernización que se entendía entonces implicaba despopularizar el Centro, reforzar su carácter simbólico de poder» (Del Águila, 1997, p. 156). Luego agrega que este 141
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